jueves, 14 de julio de 2011

100 años

Y sin darnos cuenta pasaron cien años,
y mis ojos estaban en otro cuerpo
y los tuyos, los tuyos los reconocí al instante.
Pensé que te habías dado cuenta,
pero la historia hacía un bis y en esa esquina volvieron a pasar de largo.

Vi pasar tu cuerpo, eso no pudo engañarme.
No, no eres el mismo,
esta vez la vida te trató mejor.
Dudo si sucederá de nuevo,
si volveremos a iniciar el viaje.
Otra vez la duda, incómoda compañera.

Cruce de caminos, aquella tormenta,
la espiral que vuelve a rodar...
Ha vuelto a pasar, tus ojos hicieron estación en los míos.
Y sin darnos cuenta, volvieron a pasar cien años.

solos

Ni mis ojos hambrientos, ni aquella bebida,
ni esa guitarra de canciones…
La calle está llena de ellos, son una plaga.
Libros abiertos, mesas revueltas,
teléfonos que no alcanzan,
tapas que no llenan…

Y  al otro lado de la ciudad abrazas la barra de un bar,
en la plaza te miran las palomas,
ese autobus que no esperas pasa.
En el banco agolpas tus maletas,
la música te hace estar más lejos.
 
Papeles que vuelan, zapatos que retumban,
la batidora de las mañanas,
la misma canción, otra y otra vez…
No hagas ruido,
puedo escucharlo, aunque no esté contigo.