lunes, 17 de marzo de 2014

Holi

La India me roba el corazón a la par que me lo destroza. Así es ella, sucia, hermosa, contradictoria. Caprichosa como la que más a la hora de repartir crueles y bondadosos destinos. Fanática y ruidosa, sonriente y misteriosa. Me marea con injusticias y muerte, y me calma con risas y vida a ritmos de chais a pie del Ganges, que recoge en sus aguas tanta vida como muerte. Así es ella, que en uno de los días más importantes del año para festejar saca a las calles a todos los hombres a beber, hacer hogueras y disparar colores; e invita a las mujeres a guardar el calor de sus casas. Escupe verdades sobre cómo se puede vivir sin nada y ser feliz cada día, abraza el presente sin rozarte la piel; y mientras, te susurra al oído: tú no. Tú no puedes, mujer, que la represión y la religión esta noche nos la rasgamos y al día siguiente sale el sol y ya no nos la quitamos durante todo el año. Que los trajes cosidos a históricos principios pesan y no ven sanos finales. Que un día es un día para ti también, mujer. Y no te queda más remedio que sonreír ante lo imposible, que estamos de paso, y decir que sí, que happy holi, que ya conoces el dicho, y si no puedes contra ellos, pues vámonos todos al río, o algo así, pero ojalá pudiéramos ir todos. Sin miedo. Pero no. Y a salvo, respetando el toque de queda mientras la ciudad arde, pienso en ellas, en todas las mujeres que duermen. Y en ellos, en todos ellos, que hoy sí pueden, en el todo vale que tanto deseo encierra (como a ellas). Da miedo abrir cuando durante tanto tiempo has cerrado. Y entre la impotencia y el enfado que la falta de respeto y libertad en mí despiertan, siento cierta ternura por su entusiasmo, el de ellos, que hoy les enciende la mirada que infinitas horas de trabajo y miseria tantas veces apaga, y se me apaga también el juicio, y la luz, y me voy a dormir la luna llena pensando que es tarde, y que ya irá quedando menos, aunque no sé muy bien para qué.

Happy holi, o lo que sea.

domingo, 9 de marzo de 2014

Laltusi y las guitarras

MUJERES. Mujeres que pisan con fuerza, que mantienen la calma cuando todo se tambalea, capaces de temblar de miedo y que no se les caiga el mundo que logran salvar entre sus manos. Valientes por sentarse y llorar, por reír y despertar, por intentarlo cada día, porque sin duda algún día de estos cambiarán los vientos.

Cada sol es un reto y hay retos tan complicados que duelen hasta las pestañas de quién desde fuera los mira y, sin embargo, ella te devuelve una mirada curiosa, de esas que lanzan mensajes difíciles de descifrar, y se ríe. Yo la miro e imagino un baile en su interior que conoce cada movimiento, cada paso que tiene que dar y hasta puedo oír cómo las guitarras se encienden en cada huella del camino hacia el mismo día de cada día, el reto eterno. Y mientras suena la música reaparece esa sonrisa traviesa que se le escapa entre el hueco de los dientes a pesar de la seriedad de sus palabras. Ahora, ambas nos reímos. Bienvenidos al baile.

La mujer da la vida y la mantiene.