En primer término túmbese bajo las estrellas, no está sola;
mire arriba y póngase a contar...
Deberá tener en cuenta que debe haber llegado hasta aquí
subida en la nave del desamparo,
y será mejor si lo hizo llorando hasta llenar tres mares.
Le iremos informando del hallazgo de no puedos
o si logramos que se quede sin peros.
No se asuste, confíe en el equilibrio cósmico;
no se preocupe por la pérdida excesiva de peso,
la nave no puede con todo y la carga siempre es recuperable.
Mientras cuenta probaremos su movilidad,
capacidad a la hora de caminar: tiene dos pies;
imaginación para alzar el vuelo: espacio suficiente;
emociones descontroladas: requerido descenso;
abuso de reclamos: desactivado,
necesidades inventadas: controlando,
vacío: nivel ajustable.
Posibilidades de cambio: infinitas.
Si ha dejado de contar estrellas,
el equipo de operación está de acuerdo:
está preparada para ser una de ellas.
Abróchese el cinturón, comienza el vuelo.